Tapiz

Hace tiempo encontré un hilo dorado. Tiré de él y se fue destejiendo la calle, el parque, el barrio, la ciudad. Luego encontré el otro cabo del hilo dentro de mi ombligo.

Demencia

La puerta de la calle estaba abierta. Encontró unas botas manchadas de barro encima del sofá del salón y un pantalón arrugado sobre la alfombra. En el agua del jarrón que había sobre la mesa del comedor flotaba una camisa a rayas blancas y azules. Su padre, en calzoncillos, segaba el césped bajo la lluvia.

Esposorizada

                                              
                                                A ella sólo la patrocina su esposo.

Noches de Bagdad

Después de aquellas malditas mil y una noches, la ojerosa Sherezade entretiene su insomnio crónico contando cuentos en el café de Bagdad.