Nos compraba huevos kinder cada mañana, cuando nos llevaba al colegio a mi hermano y a mí. Si no fuera porque se pasaba las tardes en el bar de la esquina y, cuando regresaba a casa, le gritaba a mamá, no hubiera estado tan mal. Una noche le empujamos por las escaleras y se desnucó sobre la alfombra del recibidor. Aquella fue la segunda vez que enviudó mamá. Esperemos que a la tercera acierte.
23 de febrero de 2011
15 de febrero de 2011
Muda
Cuando la niña despertó de la anestesia le dolía terriblemente la garganta. Sobre la mesilla de noche había un tarro transparente relleno de un líquido verdoso, en el que flotaban dos bolitas de carne. Puedes llevártelas a casa, son tus amígdalas, dijo el doctor. Ella abrió la boca para gritar, pero también le había extirpado la voz.
8 de febrero de 2011
Infiltrado
El cabo electricista leyó el parte de avería: Ruido extraño en el fluorescente del despacho del Comandante. Desplegó su escalera, subió a lo alto y destornilló el plafón. Entre la luminiscencia de los tubos, sentado en una mesa de casa de muñecas, un minúsculo oficial de las SS telegrafiaba mensajes cifrados a su Cuartel General. Cuando el espía le apuntó con su diminuta metralleta, al cabo electricista no le quedó más remedio que aplastarle la cabecita entre su índice y el pulgar.
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